Mi vida una sinfonía

06.11.2014 23:05

Un chico alegre, vivaz, de buena energía y siempre sonriente; humilde, pero siempre queriendo llegar muy alto; perseverante con los objetivos que se propone alcanzar, una persona que combina el talento y la disciplina para poder llegar a sus metas; alguien que siempre está dispuesto a dar sugerencias a quien necesite de su ayuda y a recibirlas de quien pueda continuar fortaleciendo su proceso. Esta persona es Henry Lance Sepúlveda Henao, alguien que construye su vida en medio de lo que más le gusta hacer, la interpretación de música clásica.

Henry Lance Sepúlveda es un joven de 25 años que ha convertido la música en su forma de vida. El instrumento que interpreta este músico desde el año 2004 tal vez sea poco conocido por la gran mayoría de personas, y hasta es posible que solo hasta el día en que se detengan en estas líneas conozcan de su existencia. Se trata del oboe, un instrumento de la familia de los vientos elaborado en madera con unas pequeñas llaves que definen las notas musicales a interpretar, de sonido agudo y fuerte pero a la vez dulce; similar al clarinete en apariencia, pero que a diferencia de este y de instrumentos como el violín y la guitarra no tiene tanta popularidad. Pero esto no es un obstáculo para el orgullo que siente Henry por su instrumento.

 

Partes del oboe

Fue en el año 2004, tiempo en el que llegaba  la Red de Escuelas de Música al barrio Moravia, que Henry Lance encontró en la música un nuevo estilo de vida y un nuevo proceso de formación humana que se complementaba con la formación académica que recibía. Aunque cuando era un niño la música había rodeado su ambiente, con su padre que en el tiempo libre tocaba la flauta dulce; y con la experiencia que alguna vez tuvo interpretando la trompeta; solo fue hasta el año 2004, cuando se fundó la Escuela de Música de Moravia, que empezó para este joven el arte que años después convertiría en su profesión; y aún cuando el oboe también era desconocido para Henry, y queriendo tocar el clarinete, decidió emprender una nueva aventura a través de los dulces sonidos de ese pequeño instrumento de madera, con los cuales buscaría llevar un mensaje o generar alguna emoción a su público.

 

Henry Lance al incio de su carrera como músico

Foto: Willington Ospina Trujillo.

Foto: Willington Ospina Trujillo.

A partir de los 14 años comenzó con constancia y continuidad la vida musical de Henry, en un primer momento con clases de oboe, de expresión corporal y de teoría musical en la Escuela de Música de Moravia, y posteriormente en las agrupaciones de segunda fase; orquestas, coros y bandas que reúnen a jóvenes de todos los rincones de Medellín y el Valle de Aburrá, pertenecientes a cada una de las escuelas del programa Red de Escuelas de Música. Fue precisamente la Orquesta Infantil, la Orquesta Intermedia, y la Orquesta Juvenil de este programa, las escuelas que le dieran apertura a bandas y orquestas profesionales en la vida de Henry; como la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia, de la cual fue miembro 2 años; la Orquesta Sinfónica de la Universidad Eafit, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Orquesta Filarmónica de Medellín; la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Santander, en la cual se desempeño como músico vinculado; la Orquesta sinfónica de Antioquia, de la que es miembro en la actualidad. Además de participar durante 2 años consecutivos en el Festival de Música de Cámara, organizado precisamente por la Red de Escuelas de Música, donde agrupaciones musicales pequeñas a las cuales los músicos acceden por medio de selección en concurso, tienen la oportunidad de recibir clases e interpretar música de cámara con maestros extranjeros; y en la Orquesta Filarmónica Joven de Colombia, que de igual manera puso a prueba los conocimientos musicales, la interpretación, la puesta en escena y la actitud de Henry por medio de un concurso al que se presentan miles de músicos de toda Colombia, pero solo unos cuantos son elegidos por el jurado.

 

Concierto como solista de Henry

Foto: Red de Escuelas de Música de Medellín.

Cuando se habla de las diferentes orquestas de la Red de Escuelas de Música en la vida de Henry como preparatoria, escuelas, o espacios de aprendizaje, es precisamente porque en la vida de un músico, al igual que en la de cual artista, se debe aprender hacer un buen uso del escenario y generar alguna sensación en el receptor. Para lograr esa conexión, primero en la apropiación del instrumento y de la pieza musical, y posteriormente con el público, surge uno de los principales obstáculos que son los nervios. Un acto de presentación de una sinfonía interpretada por una orquesta, el fragmento de una obra musical que ejecuta un solo instrumento en un determinado momento de la composición, y conciertos como solista, en donde brilla el protagonismo de un músico y los demás integrantes de la agrupación solo acompañan con una suave melodía al músico principal; han sido las etapas por las que ha pasado Henry Lance en su proceso musical, y en las cuales ha aprendido a poner los nervios a su favor para hacer del escenario un espacio que le genere confianza y seguridad en su mismo. “Recuerdo que un día un maestro me dijo que el día que no sintiera nervios mejor dejara de ser músico”, dice con orgullo Henry cuando se le pregunta por el manejo del escenario y de los sentimientos que le generan poder cometer un error. Hoy después de 10 años de ser oboísta, Henry ve que el camino no ha sido fácil, tanto en este aspecto como en otros problemas que se le han presentado; pero que el esfuerzo, la dedicación, la superación de frustraciones; el apoyo de sus compañeros, familiares y amigos han dado frutos positivos. Aún en sus conciertos como solista y en las obras donde el oboe tiene la melodía principal Henry siente un poco de nerviosismo, pero es algo que se ha hecho parte de su cotidianidad y como él lo expresa “no le creo al músico, por más profesional que sea, que diga que no siente ni un poquito de susto antes de salir al escenario. Al principio tuve errores, las equivocaciones hacen parte del proceso, y más cuando quería interpretar obras que estaban muy por encima del nivel técnico que tenía en el momento. En cada uno de los conciertos siento un poco de ansiedad dentro de mí, pero solo el profesionalismo que he logrado con la constancia en el estudio del instrumento, el apoyo de mi familia y la alegría de poder tocar con mis amigos, han convertido el obstáculo de la ansiedad y el nerviosismo en un aliado para dar lo mejor de mí a las personas que me escuchan”.

Sin embargo los nervios en escena no ha sido la única dificultad que ha tenido Henry en su camino como artista. Muchas veces pueden presentarse problemas que no solo generan inseguridad en un artista al momento de mostrarse al público, sino que también impiden lograr ese vínculo que necesita cada músico con el resto de la orquesta para la fluidez de la armonía, porque la música es una construcción de un conjunto de personas donde el aporte de cada uno es igual de importante; de igual manera surgieron inconvenientes en la vida de este artista diferentes al ámbito musical, pero que finalmente podrían haber afectado su sueño de convertir la música en su profesión. Con los múltiples compromisos que fue adquiriendo Henry gracias a su desempeño musical, empezaron a presentarse problemáticas como la disminución del rendimiento dentro del mundo académico; Henry, quien estudió su bachillerato en la Institución Educativa INEM José Félix de Restrepo, estuvo a punto de reprobar el grado décimo, pero a pesar de esa situación siempre recibió el apoyo de sus padres que siempre han buscado que su hijo haga en su vida lo que realmente ama y no lo que le imponga la sociedad. Fue gracias al apoyo de su familia que Henry consiguió finalmente cumplir con sus compromisos académicos y graduarse en el año 2006, además de ver los resultados de su esfuerzo al conseguir  un cupo para entrar al preparatorio de música de la Universidad de Antioquia.

 

Henry fue participante del Festival de Música de Cámara de Medellín 2013

Foto: Medellín Festicámara.

Foto: Medellín Festicámara.

 

“Es grandioso poder encontrar en cada esquina un músico estudiando su instrumento”: Henry

La superación de problemas que se le han presentado a este joven músico lo ha llevado alcanzar logros, que inclusive no se habría propuesto alcanzar, pero de igual forma trajeron un nuevo aprendizaje a su vida, porque como bien lo dice Henry “cada pieza musical, cada lugar, y cada persona  tiene un sello diferente, todo depende de la magia que cada una de estas cosas te genera”. Uno de los lugares en el cual Henry encontró esa magia musical fue en Buñol, un pequeño rincón de la provincia de Valencia en España, donde junto a dos de sus compañeros de la Banda Sinfónica de la Red de Escuelas de Música, tuvo la oportunidad de viajar en el año 2009. En esta oportunidad, con el apoyo de la Red de Escuelas y el director español de bandas sinfónicas Frank De Vuyst, este intérprete del oboe tuvo la oportunidad de hacer música con la banda de Buñol, calificada como una de las mejores del mundo. Esta experiencia dio fortaleza tanto al desarrollo musical de Henry, como al conocimiento de una nueva cultura. “solo cuando uno sale al exterior y se da cuenta que existen otras visiones de la música y el mundo empieza a construirse de nuevo uno mismo. Generalmente se piensa que lo que pasa acá se queda acá y es lo mejor, sin ver más allá de las montañas; y a mí me gusta más la forma de vivir  la música en España. Fue extraño para mí, pero a la vez fue grandioso encontrar músicos en muchas esquinas estudiando su instrumento, porque realmente en España se le da más valor a la música clásica,  hasta tal punto que los artistas convierten las calles en testigos de sus logros, dificultades, alegrías y frustraciones”. Las experiencias de Henry Lance en el extranjero le han servido como herramientas para unificar su proceso musical desarrollado en la ciudad de Medellín con las ideas, técnicas, actitudes e interpretaciones que tiene la música en otros lugares del mundo, para llevar al público los mejores resultados de toda esa combinación.

 

Henry como participante de la Banda Sinfónica de Buñol

Foto: Marta Eugenia Arango.

 

Otros dos integrantes de la Red de Escuelas de Música viajaron a España para tocar con la Banda de Buñol

Foto: Marta Eugenia Arango.

“Desde que mis hijos nacieron yo supe que ellos iban a ser personas muy especiales. No importa el camino que decidieran tomar, porque yo siempre los voy apoyar para que ellos hagan lo que realmente aman”.

Las palabras, los abrazos, los gestos de ánimo, las lágrimas, las trasnochadas, el soportar las críticas de la sociedad, y hasta los regaños que Luana Yulima Henao entrego a su hijo Henry Lance mientras él se hacía adulto y redoblaba esfuerzos por cumplir sus sueños fueron de mucha importancia en este joven artista para llegar a ser un gran músico y mejorar como persona cada día. A pesar de que muchos padres exigen a sus hijos eficiencia en su rendimiento académico, tanto Luana Yulima, como el padre de Henry siempre apoyaron a su hijo en la realización de sus logros, inclusive cuando estuvo a punto de reprobar su grado décimo por los múltiples compromisos que tenía en las agrupaciones musicales a las que pertenecía. El acompañamiento de los padres de este músico en su vida fue tan abnegado que hasta le restaron importancia a las críticas de la sociedad que ponía en un primer los problemas económicos que pudiera tener la familia Sepúlveda Henao y la responsabilidad que tenían los hijos frente a sus padres en estas circunstancias. A pesar de estas situaciones la madre de Henry aumentó sus esfuerzos para que tanto él, como sus hermanos  pudieran caminar por la ruta que decidieron tomar. Hasta el día de hoy, pese a tener que pasar largas temporadas sin ver a Henry por motivo de una gira o por las múltiples obligaciones que tiene en la ciudad, o hasta tolerar el ruido que pueda generar a altas horas de la noche el oboe de Henry, el  apoyo de sus padres sigue siendo el mismo.

 

Familia Sepúlveda Henao

Foto: Marlin Franco

“Henry fue mi principal motivo para continuar en la docencia”: Willington Ospina

Willington Ospina Trujillo, oboísta que lleva 14 años en la docencia de la música, fue el primer profesor de oboe que tuvo Henry, y con el cual estuvo 5 años de su proceso musical. “Por la forma en que está construida el oboe no es un instrumento fácil de sacarle un buen sonido, sin embargo desde el primer momento en que enseñe a Henry como tomar el instrumento, como poner la embocadura en los labios, supe que Henry tenía aptitudes para interpretar el oboe”. Este docente siempre inculcó en su alumno a parte del amor por la música y la disciplina para alcanzar sus propósitos, la humildad para aceptar los errores y la sencillez para transmitir sus conocimientos a quienes tienen un nivel musical un poco menos desarrollado o inician este proceso. Las etapas o campos que puede tomar un músico en su vida profesional puede ser diferentes a la docencia; como convertirse en solista, en integrante de orquesta sinfónica o banda, en miembro de orquestas de cámara o de música popular; sin embargo los logros obtenidos por Henry fueron el principal motivo para que Willington decidiera continuar en la docencia, que al cabo de algunos años lo llevaría a compartir escenario con su alumno en varias orquestas, y a recibir aportes del aprendizaje adquirido por Henry fuera del país, tal como sucedió con su viaje a España y Estados Unidos.

“Henry Lance es un excelente ser humano, que es lo que principalmente debe hacer la música. Es claro que la humildad y el carisma que tiene ese muchacho viene desde su hogar, porque conozco a su familia y sé que le han inculcado buenos valores, pero eso él  lo ha aplicado a todo su entorno; siempre está a la expectativa  de lo que puede entregar de si a sus amigos y colegas. A pesar del gran músico que ha llegado a ser Henry jamás ha cambiado su actitud, porque él nunca ha creído ser superior a otros músicos”. 

 

Henry junto a uno de sus compañeros (izquierda) y su primer profesor Willington Ospina (derecha)

Foto: Red de Escuelas de Música de Medellín.

 

“Henry es una persona que sabe disfrutar el escenario. Ojalá todos los artistas pudiéramos lograr eso: Frank Eric Higuita

El acompañamiento a una ópera fue el encargado que Henry Lance Sepúlveda y Frank Eric Higuita cruzaran sus caminos, primero musicalmente y en un segundo momento como amigos. Los espacios que Frank, clarinetista de la Banda Sinfónica de la Red de Escuelas de Música, y Henry han compartido en la música han propiciado el surgimiento de una amistad desde hace 9 años que aún sigue vigente. Este joven clarinetista, al igual que Henry escogió la música como su profesión y también ha tenido la oportunidad de adquirir conocimientos y sumar experiencias a su proceso musical en el extranjero. Ahora ambos tratan de aportar sus ideas a otros músicos que no han tenido este tipo de oportunidades o que llevan poco recorrido en el mundo musical, pero como dice Frank, es principalmente para mostrarles a otros chicos que con esfuerzo y dedicación pueden llegar muy lejos, más que presumir los logros. “he tenido la oportunidad de compartir en la música muchos espacios con Henry, que hicieron que se convirtiera en mi amigo. Hemos interpretado juntos desde sinfonías, composiciones para banda, música para orquesta de cámara, música popular, óperas, y lo he acompañado en sus conciertos como solista, y algo de él que a muchos músicos nos gustaría tener es la facilidad que tiene para disfrutar el escenario independientemente de que pueda haber un error, porque para él siempre son nuevos aprendizajes”.

 

Frank Eric Higuita (clarinetista) y Maria Hincapié (flautista)

Foto: Red de Escuelas de Música de Medellín.